Por: Johao Larios, estudiante Ingeniería en Sistemas.
Julian Assange, fundador
de Wikilieaks-esa organización que hace temblar a las grandes potencias-, es lo
que el investigador español Víctor Sampedro denomina como un periodista en red.
Un hack-activista.
Estos comunicadores, basan su trabajo y
aportes sobre el entendido de que el periodismo se puede llevar a la red,
filtrando datos y colocándolos a disposición de la ciudadanía del mundo. El periodismo
hacker es ante todo "universal, porque responde al derecho universal a la
información que tiene todo ser humano, por el mero hecho de serlo. Es
comunitario, porque se genera y avala información en una comunidad y de ahí se
destina a un sentido más amplio; potencialmente universal. Y es
desinteresado, como la ciencia quisiera
no estar segado por las presiones o intereses más inmediatos y si por las
necesidades sociales” (Sampedro, 2015, p60).
El trabajo de Wikileaks, lejos de ser un
peligro para la democracia o la ciudadanía en general, es una potente arma de
información que está al alcance de la ciudadanía conectada a la red global (44%
en el 2014 según el Banco Mundial- http://datos.bancomundial.org/indicador/IT.NET.USER.P2-)
y que crece exponencialmente año con año.
En ese sentido, y bajo esos supuestos,
podríamos esbozar a breve manera, el peligro que supone para las grandes
potencias la existencia de personajes como Assange, Snowden, Manning y muchos
otros hack-activistas anónimos que inclusive, ponen su vida en riesgo por
traernos la información que tanto esconden al público (el que paga impuestos
para mantener gobiernos que ocultan secretos que perjudican a los ciudadanos). Y
vemos como el peyorativo negativo hacia el hacker, se mueve al lado positivo de
la balanza, gracias a las acciones gubernamentales, como en el reciente caso de
la investigación de CIA a la candidata Clinton después de que Wikileaks
revelara miles de correos electrónicos de su jefe de campaña-John Podesta-, o de la población en general como
el revuelo que causó la información filtrada por Manning sobre los crímenes de
guerra en Iraq, que fueron el gran catalizador para que Estados Unidos
retirara sus tropas.
No cabe la menor duda de que acciones
hacktivistas seguiremos viendo en el futuro cercano, el tema importante
precisamente es el de tratar de hacer conciencia y diferenciar en qué momentos
el hacker se convierte en un activista para el cambio, como en los casos antes
citados en los que se les da instrumentos al ciudadano común, con acceso a
internet, para que tenga el poder de la información en sus manos y haga suyas
las filtraciones para reclamar sus derechos.
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