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miércoles, 2 de febrero de 2022




Hola!

Hoy vengo a contarles algo, chiquillos. Un día de estos me encontré con un amigo. Yo venía de hacer ejercicio. Era un día de esos, que aunque amaneció gris, uno se logra levantar temprano. Con más energía. Salí a caminar al parque y saludaba a todo aquel que yo veía. Me sentí como el chavalo de la canción de Resistencia Suburbana. 

 

Hace rato que no conversaba con él. Con alegria lo reconocí entre la multitud de voces en que habita la monotonía de tiempos de pandemia.

 

-¡Hola!, ¿cómo estás? Le dije en torno burlesco, haciendo referencia a un chiste interno entre nosotros. (En realidad era más una burla a otro amigo que tenía la mala costumbre de escribirle eso a muchachas durante sus noches ebrias embarrialadas de soledad).

 

-Mae, estoy bien. Viejo, ¡Hace rato no lo veía! ¿Donde te has metido?

 

-Di, no. Aquí hechando pa lante y ¿vos qué, huevon?

 

(Antes de contestarme veo que toma algo de aire)

-Pa, di para serle sincero no debería quejarme. Pero, a veces como cuesta, ¿verdad?

A veces me harto de levantarme en una casa hacinada por mis desordenes mentales. En las que cada habitación se convierte en una trinchera distinta. En una batalla a la que me da pavor ingresar. Por ahí llevo tres semanas sin entrar al cuarto de invitados por que la ultima vez que me embriagué, caí ahí y dejé un desorden que ni quiero ver. Creo que hasta un brassier yace ahi como simbolo de la conquista de esa noche-Y ni recuerdo el nombre de la muchacha-. Ingresar a esos campos destrozados por la nostalgia traen los recuerdos que metí conscientemente en “el lagunazo”  para no afrontar los errores de ese día. Por que ud sabe mae, es más fácil hacerse el sovietico que afrontar las cagadas de uno.

 

-Mae, tranquilo. Aquí estoy para vos, pero no te alburerees. Te esta yendo bien. ¿Qué te pasa?

 

-Di pa.... ¡No sé, huevon!, la verdad no sé. No he ni quitado el arbol de navidad. Hay dias en los que no quiero ni hacerme desayuno. A veces acumulo ropa sucia durante tres dias o más en una esquina, y no saco ni la basura. Y me puteo, ¿sabés? Porque es pura vagancia, nada me cuesta estar ordenado!! Siento que gasto mucho tiempo en la play o viendo videos del Shark Tank versión México o de los muchachitos de Asia que construyen piscinas con barro. Y pienso que podria estar utilizando ese tiempo para algo mas productivo, como leyendo un libro, así como hacés vos. ¿Me entendés?

 

-Pero mae, no te des por el pecho. ¡Lo estás haciendo bien! Todos la cagamos de vez en cuando. Relájate, huevon. Mae la vida no hay que tomársela tan enserio cómo nos hacen las redes sociales creer.  Menos con toda la presión “a ser mejor” que en pandemia nos hemos auto impuesto como sociedad.

 

-No, no. Mae, ¿Cómo te digo? Yo estoy bien, solo que a veces. No sé, no sé....

 

-¿Pero a que te refieres?

-Di, que a veces la cago.

 

-Pero, mae. Todos la cagamos… ¡Es parte de crecer! Es parte de vivir, es parte de aprender. Es parte de perdonarse y quererse. Tal vez vos no lo sepas, pero tal vez hay gente que te admira huevon. ¡Ponele! Deja de hacerte el mártir, que la vida se ta va a ir esperando construir el tren Perfecto para unas vías ferroviarias chuecas, y a veces la vida es más divertida cuando los vagones transitan por esas partes desordenadas. El camino de la vida no es plano, es más como una montaña, a veces se está arriba. Otras muchas abajo. Sé que a veces es duro, sobretodo porque uno actúa como Juez, testigo y acusado con uno mismo. Lo importante es reconocerse, trabajarse y seguir. Seguir tras los sueños de uno, por más pequeños que sean, seguir.... y seguir. Y si uno se cae, levantarse con más ganas sabiendo que probablemente la vas a cagar otra vez.

 

-Hmmmm. Pa, creo que tenes razón. Pero mejor andá. Andáte. Gracias por el sermón, pero vete para otro lado que me vas a momentear.

 

En se momento terminé de lavarme los dientes y le dije gracias a mi amigo que hacía rato no veía en reflejo del espejo. Le dije que se cuidara y me fui con la promesa de seguir mejorando cada día.


(esto es un texto literario. No una entrada en mi diario. Gracias a las personas que se preocuparon y me preguntaron si estoy bien. Sí, si lo estoy.)

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