El amor propietario. Voy a citar a un amiguito, que a su vez
citó hoy, si no me equivoco a Zizek: "El tener se antepone al ser, la
humanidad moderna deja de lado los principios por alcanzar ideales sin
sentido". En este caso, el de las posibles co-autoras intelectuales, como
muchos hombres y mujeres por igual intentan mantener ese tener a toda costa.
Tener a esa persona que les llena la vida de felicidad y-colocar aquí todas las
cosas bonitas que su idea de realización personal a partir del amor de pareja
le hacen sentir que querer tener pareja para su realización interior es el
sentimiento más cool y hermoso de la vida actual-. En este sentido, la otra
persona se convierte en un objeto. Un objeto de mi propiedad. Un objeto como un
lápiz, o un carro. -Mae, ahora me topé a "su mujer". -Mae, "su
marido" si que jode la insistencia.
¡Eligir! ¡Sí! Elegir pareja se torna en un proyecto casi
como un proyecto empresarial para alcanzar un algo que me ayudará a sentirme-en
muchos casos superior- mejor a como estaba yo en mi pasado, como es un proyecto
a futuro, sería en mi yo actual. Es por lo anterior, que analistas salen diciendo
por la tevé que lo que sufre la presunta es un síndrome de sobre apego. Pero,
aquí es a lo que quería llegar. Ese sobre apego, no es en muchos casos un apego
meramente de amor puro (sí, que romántico e idealista que eres johi). Es el del
apego material. El hecho de que se nos enseñe a amar cosas, hace que implícitamente
aprendamos también a digamos, cosificar el amor. A convertirlo en un objeto
-inmaterial-. Aquí viene lo interesante del caso. A ver, a ver... tal vez ya
sepan de qué se trata. Pues sí, ¡Surge el egoísmo! .Si yo no le tengo, si no
tengo esa cosa que me hace feliz, nadie más puede tenerlo (celos). Entonces, mi
reacción es la de eliminar esa cosa, para que no haga feliz a nadie más porque
yo no puede ser feliz a partir de esa cosa. Es decir, no puedo ser sin tener.
Sin tener no puedo ser.
Lo anterior, era lo grueso del post. Sin embargo, anoto unas
cuantas lineas más que querían salir y quedar plasmadas.
En cierto sector, pareciera ser que se minimiza la muerte de
un ser humano que puso en la opinión un tema tabú en la sociedad costarricense:
el acoso.
Lo excepcional. Se minimiza también el hecho central que
hizo que el nombre de Gerardo le diera la vuelta al mundo. Tuvo las agallas de
denunciar un acto bochornoso del diario vivir al que todos simplemente le
voltean la cara.
De la familia. ¿Por qué es importante mencionar la familia?
Criterios van, criterios vienen. Muchos de ellos basados en que cómo es posible
que el ejemplar muchacho, un muchacho de bien, al que se le veía en las
noticias muy feliz con su ejemplar familia -del siglo XX, valga la aclaración-
pudo estar(-Sí, pudo. En tiempo pasado) con una dama que le lleva unos años de
más y que además es madre.
Acuse de recibo. Sector pro-igualdad de género desde la
perspectiva de las nuevas masculinidades: -Ahora nadie habla del tema porque no
fue un femicidio, si fuese un femicidio ya estarían esas viejas locas haciendo
berrinche.
Recibido y respuesta. Sector pro-igualdad de género desde la
lucha feminista: -Sí, ahora están tratando de minimizar los femicidios.-Con la
lamentable noticia de las dos mujeres que murieron hoy a machetazos en Barva de
Heredia- ¡Patriarcales!¡Ahora no van a decir que esto es femicidio!. Y así
seguirá la discusión por los siglos de los siglos. Hasta que no dejen este
jueguito de acuse de recibo, responda, que le respondo. ¡Parecen la vieja
izquierda!, buscando la paja en el ojo ajeno en vez de caminar juntitos de la
mano en pro de la nueva humanidad a la cual las dos corrientes filosóficas
aspiran.
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